No hay espectáculos más increíbles que los que la naturaleza nos ofrece, pero sin duda Las Auroras Boreales se llevan el premio a la experiencia más asombrosa. No hay texto que pueda describir la majestuosidad de ver un Aurora Boreal, pero trataremos de enamorarte contándote nuestra experiencia para que te animes y lo agregues a tu bucket list.
Qué es una Aurora Boreal
La explicación científica: Son luces que se producen cuando el viento solar choca contra la atmósfera del planeta.
La explicación viajera: Son unas impresionantes luces de colores que danzan en el cielo nocturno robándote el aliento, recordándote lo increíble que es nuestro planeta y por qué no importa que vayas solo o con cientos de amigos, nadie existe en ese momento, sólo tú.
Dónde puedes ver Auroras Boreales
Las Auroras sólo se pueden ver en los hemisferios de la tierra. Del lado norte, los lugares favoritos para verlas son Islandia, Noruega, Alaska y Yukón Canadá. Del lado sur, el nombre cambia a Auroras Australes aunque son prácticamente el mismo fenómeno, se pueden ver en Australia, Nueva Zelanda y bueno, la Antártida.
Auroras Boreales en Yukón, Canadá
Canadá sin duda es uno de los destinos favoritos de los viajeros para ver Auroras Boreales, debido a que en todos los sentidos es más accesible. La experiencia comienza desde que llegas a Vancouver donde debes tomar un vuelo a Yukón. El clima puede llegar a ser rudo, hasta -20°; sin embargo, en el instante cuando las luces aparecen, olvidas todo, incluso tomar fotografías. Créenos, si logras capturar el momento, tendrás una de las mejores fotos de tu vida.
Las fechas son importantes, aunque es posible verlas durante todo el año no se ven diario, así que la época más recomendada para verlas es entre Octubre a Marzo.
Te recomendamos esta ruta de viaje para Auroras Boreales.
La experiencia en Yukón
Lanzarte a ver las Auroras Boreales en Yukón es más que maravillarte con este fenómeno, hay diversas actividades que enriquecedora la experiencia. Como bien sabes, Canadá está llena de parques nacionales y Yukón cuenta con uno de los paisajes nevados más hermosos en invierno.
El río Yukón se congela de tal forma que tienes la oportunidad de recorrerlo desde una motonieve o desde un trineo jalado por perros (no te preocupes, los perros de trineo nacen para correr en la nieve y las personas a su cargo, los cuidan como parte de la familia); también puedes pescar sobre hielo.
De igual manera, Yukón alberga al Parque Nacional Kluane, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y por tener el récord mundial Guinness al mayor campo de hielo no polar del mundo. Por si fuera poco, durante tus recorridos por las montañas o tu paseo por el río, puedes ver zorros árticos, coyotes, glotones, linces, bueyes almizcleros, perdiz nival y águilas. Incluso puedes tomar un tour para ver Osos polares.
Eso es en cuanto a naturaleza, pero hablando del pueblo Yukón, éste tiene cierto encanto gracias a su parecido al viejo oeste y a la convivencia con Tribus aborígenes. El patrimonio de la región abarca milenios y aún se encuentran cerca de 14 pueblos distintos de las primeras naciones que habitaron la zona.
Lo que no debes olvidar
Una buena cámara y ropa térmica es indispensable para realizar este viaje. Si llegas a Yukón y no tienes idea de dónde ir o qué hacer, no te preocupes, los mismos hoteles locales ofrecen recorridos o actividades para disfrutar el destino al máximo.
Y cuando vuelvas a casa, recuerda traerte una obra de arte local ya sea un tejido o un tótem pintado a mano.
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