Regresar a casa es la parte más difícil del viaje. Invertimos tanto, desde que elegimos a dónde iremos, el tiempo que nos toma ahorrar para lograrlo, toda esa emoción que nos invade cuando tenemos el boleto de avión en mano, preparar maletas y por fin pisar ese lugar. Todo eso pasa tan rápido que cuando estás en el aeropuerto con tu ticket de regreso a casa, no puedes dejar de sentir una maraña de emociones.
Por un lado la alegría te invade, ¡lo lograste! Por otro lado, toda la aventura se acabó, vas a casa y todo vuelve a la normalidad y no puedes dejar de hablar de lo mismo una y otra vez, solo quieres volver o dormir para no darte cuenta que ya se acabó. (Bueno igual, exagero)
Lo que estás experimentando es la temida y muy real depresión post-viaje. Durante tus aventuras has visto y has experimentado demasiado, te has abierto a nuevas culturas y nuevas formas de vida. Y no hay vuelta atrás. Tu mente, tu visión se ha refrescado, tu pasión por el mundo y sus habitantes ha encendido.
¿Cómo combatir esta depresión post-viaje?
1.- Sal de la rutina tanto como puedas
En lugar de pasarte el fin de semana viendo películas y comiendo palomitas, haz cosas nuevas, empieza por conocer tu ciudad, aunque lleves una vida ahí, seguramente no conoces todo. Busca una nueva cafetería, un nuevo parque, cambia tu ruta a casa.
2.- Observa los detalles
Una de las cosas que aprendes cuando vas de viaje es, no perderdere ni un detalle. Checa los edificios, busca algo diferente en tu camino a casa, presta atención a la gente, siéntate un rato en el parque y mira a la gente pasar. Si prestas atención, quizá notes que eres un extraño en el lugar.
3.- Saca fotografías
Empieza el hábito de fotografíar todo lo que te guste, rostros de la gente, calles, coladeras, incluso será bueno para que en tu próximo viaje puedas hacer una colección increíble con fotografías de ese objeto por todo el mundo.
4.- Ve a los museos y conoce gente nueva
Sin parecer psicópata, es un buen lugar para hacer nuevos amigos. Únete a los grupos de guías en el museo e intenta interactuar con la gente, te ayudará muchísimo con tu seguridad y te será más fácil hacer amigos la próxima vez que viajes.
5.- Practica el idioma
Si ya tienes en mente el siguiente destino al que viajarás, empieza a practicar el idioma, busca canciones, lee artículos de la ciudad, baja todas las apps posibles que te enseñen a pronunciar, hazte de un amigo con quien puedas practicar o le interese también aprender.
6.- Llénate de Experiencias
Destina algo de tus ganancias a pequeños viajes o actividades que vayan disminuyendo tu bucketlist. Aviéntate a hacer algo nuevo, algo que pensaste que no te atreverías, aprende sobre vinos, ve a escalar una montaña, todo lo que se te ocurra, pierde el miedo e intenta llenarte de todo eso que hará de tu vida más rica y que seguramente hará a tu viajero interno, una persona muy feliz.
Lo mejor de las Experiencias Mundo Joven es que puedes reservar cualquier actividad y la puedes usar hasta el día que tengas tiempo o ganas, si quieres aventarte de un avión en paracaídas pero no has juntado las agallas, tu reserva puede esperar 12 meses para que las juntes.
Una vez que empiezas a juntar historias, al igual que los viajes, no podrás parar.